La medición de temperatura está siendo una de las variables más importantes actualmente debido a la pandemia de coronavirus.
La temperatura interviene en el diagnóstico de COVID-19, en la desinfección de material no descartable usado en casos sospechosos, en la fabricación de medicación y en la conservación de los tratamientos.
Diagnóstico de coronavirus
Cuando se habla de diagnosticar COVID-19 mediante la medición de temperatura, viene a la cabeza la medición de la fiebre.
Esta medición se puede realizar mediante un termómetro clínico de contacto o por medio de una pistola infrarroja. La ventaja del termómetro infrarrojo es que no es necesario poner un objeto en contacto con la persona a medir con lo cual se evita tener que desinfectar el termómetro entre mediciones.
Tener en cuenta las siguientes consideraciones:
- Target: El termómetro IR mide una superficie. A mayor distancia del termómetro la superficie de medición será mayor y es posible que la temperatura medida no corresponda con la que se quiere medir.
- Temperatura superficial: La temperatura es la de la piel, la cual es menor a la temperatura interna y es afectada por el clima. La mayoría de los termómetros IR para medición de piel compensan este problema.
- Emisividad: La emisividad de la piel esta en el orden de 0.98.
La mayoría de los termómetros clínicos compensan la diferencia entre temperatura superficial y temperatura interna y por emisividad de la piel, con lo cual se debe evitar las mediciones con termómetros IR industriales y medir con los IR clínicos.
Sin embargo la medición de la temperatura corporal no es la única forma donde la temperatura interviene en el diagnostico de COVID. El PCR que se utiliza como diagnóstico definitivo es fuertemente dependiente en la medición de temperatura.
El PCR se inicia con la desnaturalización de la doble hélice de ADN mediante el calentamiento de la muestra a una temperatura entre 94 y 96 °C. Luego se alinean los iniciadores a sitios específicos complementarios de las cadenas sencillas de la región que se va a amplificar, para que esto suceda se baja la temperatura entre 40 y 60 °C lo que permite la unión (alineamiento) de los iniciadores. Finalmente, se sintetiza una nueva cadena en sentido 5’ a 3’ para lo cual se incrementa la temperatura, por lo general a 72 °C, porque es la temperatura óptima a la cual la ADN polimerasa se une a los iniciadores y comienza la replicación. Estas etapas se repiten sucesivamente.
Desinfección de material
Si bien los procesos térmicos de desinfección más utilizados, autoclaves (vapor a 121 °C), despirogenado (170 a 400 °C) y estufa de esterilización (120 a 180 °C) no son los más usados para la desinfección de material contaminado con coronavirus podrían ser empleados en todo material no descartable que tenga que ser esterilizado. Según estudios realizados un tratamiento térmico a 70 °C durante 5 minutos eliminaría el virus de las superficies (Chin et al., 2020).
En este tipo de proceso térmico no solo es importante que la temperatura sea la deseada, lo cual se comprueba con un sensor calibrado, sino que además es importante la homogeneidad y estabilidad de la temperatura. Para comprobar estas características de los equipos de desinfección se realizan mapeos térmicos con al menos 9 instrumentos medidores de temperatura de características adecuadas.
Fabricación de productos médicos
Los procesos de fabricación de productos médicos tienen algún paso donde es necesario una medición de temperatura, ya sea:
- Síntesis orgánica a temperatura y presión controlada
- Reacción biológica en un cultivo con temperatura y pH controlado
- Secado de producto por calentamiento a temperatura controlada
- Esterilización de envases, especialmente importante en el caso de vacunas ya que la esterilidad del material de vidrio es crítica para la seguridad del producto
En estos procesos las mediciones de temperatura pueden ser críticas para tener un producto de calidad, por lo tanto, los medidores de temperatura deben estar calibrados de forma adecuada.
Conservación de producto
Los productos médicos deben ser conservados en condiciones ambientales durante toda la cadena de distribución.
Existen cuatro ambientes de conservación de temperatura:
- Ambiental: Temperaturas de 15 a 25 °C o de 15 a 30 °C dependiendo de las especificaciones del producto.
- Refrigerado: 2 a 8 °C. Muchas de las vacunas como por ejemplo gripe y neumonía se encuentran en esta categoría.
- Congelado: menor a -15 °C
- Ultracongelado: temperaturas menores a -30 °C
En este ultimo grupo se encuentran algunos de los prototipos de vacunas para el coronavirus.
Un punto a tener en cuenta en el almacenamiento de producto ya sea en depósitos, cámaras, heladeras, freezers o ultrafreezers es el monitoreo térmico y el control de temperatura.
El monitoreo se debe realizar en el punto frío y en el punto caliente del área con equipos de medición calibrados. Estos equipos pueden ser dataloggers o sistemas de monitoreo con alarmas (por email, por teléfono, etc).
Los puntos críticos son determinados en mapeos térmicos que se realizan monitoreando con una cantidad adecuada de dataloggers el área por un tiempo que habitualmente va entre 1 y 7 días. Es importante tener en cuenta que en caso de depósitos y cámaras donde la temperatura exterior influya en el desempeño el mapeo debe realizarse en verano e invierno. En verano se determina el punto crítico caliente y en invierno el punto crítico frío.